Cuando en 1.986 superábamos los 50 nudos a lomos de nuestras primeras “hachejotas” nos sentíamos pioneros de la alta velocidad, y pensábamos, no sin razón, que aquellas lanchas de 46 pies, propulsadas por hidro-jets suponían un gran avance. Desconocía por aquel entonces, que muchos años antes nuestros compañeros ya planeaban a más de 40 nudos, cuando gran cantidad de buques aún navegaban a vela, y los vapores solo podían desarrollar velocidades de una sola cifra. Aquello si que tuvo que ser toda una revolución.
Efectivamente, en 1.922 la Compañía Arrendataria de Tabacos encargó 6 lanchas de 55 pies y otras 3 de 40 pies, todas ellas diseñadas por John I. Thornycroft & Co. Ltd. Este tipo de embarcaciones eran conocidas en la Royal Navy como C.M.B. (Coastal Motor Boats), aunque también se denominaban hydroplanes y en la C.A.T. eran conocidas simplemente como “hidros”.
El origen de las CMBs se remonta al verano de 1.915, cuando tres oficiales de la Royal Navy, o marina de guerra británica, en plena Primera Guerra Mundial, conciben la idea de atacar a los buques de guerra alemanes en sus propias bases. Para ello necesitarían unas pequeñas embarcaciones que no desplazaran más de 4,5 toneladas, que pudieran llevar un torpedo, y que lograsen alcanzar los 30 nudos de velocidad como mínimo. La autonomía no sería un gran problema, ya que inicialmente el proyecto solo exigía a tales unidades un radio de acción de 60 millas, pues estas embarcaciones serían transportadas en pescantes a bordo de cruceros ingleses hasta las cercanías de las bases enemigas en audaces operaciones nocturnas. Eso si, se necesitaban lanchas que apenas tuviesen calado porque para llegar a sus objetivos tendrían que atravesar por encima de las bien trazadas barreras de minas con las que los alemanes protegían sus radas.
La casa Thornycroft ya tenía experiencia en embarcaciones rápidas, pues no en vano, en 1.910 había construido la lancha civil “Miranda” la cual podía navegar a 35 nudos, y está considerada como la primera planeadora de la historia.
Finalmente se adquirieron para estas misiones dos diseños de la casa Thornycroft, las CMB de 55 pies de las que se construyeron 73 unidades, y otras más pequeñas de 40 pies de las que la Royal Navy recibió 39 embarcaciones. Curiosamente, una última serie de 14 unidades de la CMB de 55 pies, se encargó en 1.941 ya comenzada la Segunda Guerra Mundial para la marina británica.
Las CMB de 55 pies, tenían una eslora real de 60 pies (18,30 metros), una manga de 11,5 pies (3,50 metros), y un calado de solo 4 pies (1,22 metros). Su desplazamiento era de 17 toneladas, y estaban propulsadas por dos motores Thornycroft RY12 de 650 hp. Las CMB de 40 pies tenían una eslora de 39,96 pies (12,20 metros), una manga de 8,49 pies (2,59 metros), y desplazaban 4 toneladas. Todas ellas estaban construidas enteramente en madera de caoba.
Ignoro si las “hidro” que adquirió la C.A.T. provenían de excedentes de la Royal Navy, o fueron fabricadas expresamente para la tabacalera, lo cierto es que a principios de 1.923, ya se habían recibido los tres Hidros-Thornycroft de 40 pies, y tres de igual marca de 55 pies, para su servicio de vigilancia marítima.
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