El patrullero "I-2" de la C.A.T. antes de la Guerra Civil.
Hace
unos días recibí un correo electrónico de D. Félix Agüera Martínez que había
visitado el blog y quería dejar claro un aspecto de la salida de las tropas
republicanas de Málaga durante la Guerra Civil Española. En el blog se cita,
como es bien conocido, que al entrar las tropas nacionales en Málaga se
encontraron hundidos en su puerto, entre otros buques, los patrulleros “I-2” e
“I-4” de la clase Inspector construidos en su día para la Compañía Arrendataria
de Tabacos. Nunca hubo duda que todos fueron echados a pique por las fuerzas
republicanas antes de abandonar la ciudad, pero D. Félix al haberse criado en
Francia y no dominar la escritura en castellano no lo tenía del todo claro y
quería abundar en el tema y de paso aportar una valiosa información que arroja
más luz sobre cómo se desarrollaron aquellos acontecimientos.
Me
cuenta que su padre D. Féliz Agüera Paredes en aquel tiempo era uno de los
mandos del patrullero “I-2”, (“…porque mi papá dijo que él piloteó este “I-2” y
que él era responsable de su tripulación…”) y que fue de los últimos marinos
de la flota republicana en salir de Málaga ante el imparable avance de las
tropas nacionales e italianas. Lo haría en compañía de D. Baudilio Sanmartín
García a la sazón Jefe de la Base Naval Accidental de Málaga y no sin antes asegurarse
de hundir todos los buques que se encontraban en la dársena del puerto, como
última misión de un militar para que estos no cayeran en manos del enemigo. Esta
era la única acción que cabía en favor de la República y en cumplimiento de su
deber en la noche del 7 al 8 de febrero de 1937, habida cuenta de la
imposibilidad de eludir el bloqueo naval ejercido por la marina nacional. No
tendría mucho tiempo pues las primeras tropas italianas entran en la ciudad desde
el norte ya en la madrugada del día 8 de febrero.
Las seis unidades de la clase Inspector.- Foto archivo Vicente Sanahuja.
Entre
estos buques como he mencionado antes se encontraba el patrullero de la clase Inspector
“I-2” en el que él estaba embarcado y su gemelo el “I-4”, componentes de una
serie de seis unidades construidas en
1.923 por la Compañía de Reparación y Construcción de Buques Euskalduna de
Bilbao con destino al Servicio de Vigilancia de la Compañía Arrendataria de
Tabacos.
Continúa
D. Félix su correo narrando que tras proporcionar un vehículo a “sus marinos” su
padre emprendió la marcha hacia Cartagena junto con un gran número de civiles
que huían ante el temor a represalias, y hostigados en su huida por la única
salida posible que algunos conocerían más tarde como “carretera de la muerte”,
desde Málaga hasta Almería. Un acoso indiscriminado e imposible de justificar
por parte de fuerzas navales y aéreas, que causaría un gran número de víctimas
no cuantificadas habida cuenta que la República no quiso darle publicidad para
no admitir su responsabilidad en la falta de organización de esa retirada, y
los nacionales tampoco porque no hubieran podido encontrar nada heroico en
disparar sobre hombres, ancianos, mujeres y niños que simplemente huían desarmados.
El crucero Almirante Cervera.- De la página Vidamarítima.
De
haber salido a la mar para intentar alcanzar Cartagena, posiblemente hubieran
encontrado el mismo final que el patrullero de la misma clase “I-5”. Aunque
eran embarcaciones relativamente nuevas, y las primeras en montar motores
diesel en España, su máximo andar era tan solo de 16 nudos, del todo
insuficientes para dejar atrás a un destructor o un crucero.
Narrado
en otro apartado de este blog, la “I-5” que se encontraba en Málaga recibió
orden de hostigar la costa de La Línea de la Concepción el día 9 de octubre de
1936 en unión de los guardacostas "Uad-Lucus" y "Uad-Muluya".
Al sufrir fuego desde piezas emplazadas en Sierra Carbonera la flotilla pone
rumbo a Estepona, siendo al poco tiempo ametrallados por aviones nacionales. No
mucho tiempo después observan como el crucero nacional “Almirante Cervera” se
dirige a toda máquina hacia ellos. La situación debió ser dramática ante la
imagen de un poderoso crucero con su gran penacho de humo dirigiéndose a toda
máquina hacia la pequeña flotilla que intentaba huir a sabiendas de que era
imposible, y que igualmente era descabellado entablar combate. Los tripulantes
del "Uad-Muluya" pudieron abandonar el barco en los botes, pero no
tuvo tanta suerte el “Uad-Lucus” donde sufrieron algunas bajas.
La última foto del "I-5".
Por
otro lado el patrullero “I-5” quizás por ser considerado el último objetivo al
ser de menor valor militar, quizás por su mayor velocidad y capacidad de
maniobra, pudo varar finalmente en la costa cerca de Manilva y ponerse así a
salvo toda su dotación. Posteriormente sería cañoneado por la artillería
secundaria del Cervera que a la postre lo dejaría del todo inservible reducido
a chatarra.
Habida
cuenta el poco calado del puerto de Málaga, el patrullero “I-2” pronto sería
reflotado y puesto de nuevo en servicio esta vez en el bando nacional, pero eso
ya es otra historia.
Quiero
agradecer a Don Félix el tener la gentileza contactar conmigo para aportar esta
valiosa información. Creo que queda ya claro que su padre cumplió con su deber
y que tuvo el valor de hacerlo en el último momento ante la inminente entrada
de las tropas enemigas, aún a riesgo de no tener tiempo de escapar.
D.
Féliz Agüera Paredes había embarcado en el patrullero “I-2” el 24 de julio de 1936
en el Arsenal de Cartagena en comisión de servicio para conducir un transporte
de municiones a Málaga. Se presentó de nuevo en Cartagena el 10 de febrero de
1937 procedente de Málaga, siendo destinado a la 1ª Brigada de Marinería del Estado
Mayor de la Base Naval de Cartagena. Sea este un pequeño homenaje
para todos aquellos españoles de uno y otro bando que sufrieron las consecuencias
de aquella terrible guerra entre hermanos. Dios quiera que nunca se vuelva a repetir.
He
leído varios artículos que sitúan al patrullero “I-6” en el mismo escenario y
en las mismas fechas, pero creo que es muy poco probable pues hubiera seguido
la suerte que sus hermanos de serie anteriormente mencionados. No fue ni
hundido por el enemigo, ni por su tripulación pues continuó en el bando
republicano hasta el final de la Guerra Civil, y al parecer se encontraba en
Mahón cuando la rendición de Menorca a primeros del mes de febrero de 1939.
La
I-6” fue militarizada al iniciarse la Guerra Civil, en el bando republicano con
el numeral V-34. El 16 agosto de 1936 participa en el desembarco de Porto
Cristo, operando desde Mahón. El 11 de noviembre de 1936 figura adscrita a la
Base Naval de Cartagena. El 1 de junio de 1937 figura todavía en la Base Naval
de Cartagena. El 1 de marzo de 1938 figura en la Base Naval de Mahón.
El
4 de febrero de 1.939 aparece adscrita a la Flotilla de Vigilancia y Defensa
Antisubmarina de Baleares (Mahón) que estaba al mando del capitán Baudilio
Sanmartin García.
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