No es fácil encontrar buques tan longevos como el que fuera Vapor "Número 2" de la Compañía Arrendataria de Tabacos, pero es todavía más difícil que un remolcador pudiera brindar tantos y tan variados servicios en su vida operativa.
La reseña de su interesante historia está sacada del libro “Buques de la Armada Española” del extraordinario historiador Juan Luís Coello Lillo.
La reseña de su interesante historia está sacada del libro “Buques de la Armada Española” del extraordinario historiador Juan Luís Coello Lillo.
Este pequeño remolcador fue construido en 1.899 con el nombre de “May Queen” en astilleros británicos, los Henry Robb Ltd. De Leite o posiblemente los Scout de Kinghorn, según las diversas fuentes consultadas. En 1.913 fue adquirido por la Compañía Tabacalera, que disponía de una flotilla propia para desempeñar tareas de vigilancia y represión del contrabando, encuadrándose en la misma como unidad auxiliar con la denominación de “Nº2”. Varios años después, en 1.921, fue comprado por Pesquerías Coruñesas, conservando el mismo nombre, hasta que mediada la década de los treinta fue acondicionado para actuar como buque de salvamento con el nuevo nombre de “Argos”, el personaje mitológico griego de los cien ojos, denominación muy apropiada ante su nuevo cometido, pasando a tener su base permanente en el puerto coruñés de Corcubión, en la “Costa de la Muerte” gallega. Para el desempeño de su nueva misión disponía de cinco bombas de achique, dos de ellas con capacidad de 1.000 toneladas/hora y las tres restantes de 500, así como diversos equipos especializados para labores de salvamento.
Al estallar la Guerra Civil en julio de 1.936, el “Argos” pertenecía a Pérez Alejo y Cía., siendo requisado el 10 de agosto siguiente por las autoridades de la Base Naval Principal de Ferrol para prestar servicio como patrullero en las filas del bando nacional. Acondicionado a toda prisa en el arsenal ferrolano, fue armado con una vieja pieza de 57 mm o calibre similar, pasando seguidamente a prestar servicio con la flotilla de bous basada en Ribadeo, navegando por las costas asturianas. Como hechos más destacables de esta nueva etapa en la vida del “Argos”, podemos citar la captura, conjuntamente con el bou “Ciriza” del mercante republicano “Alfonso Senra” cuando navegaba en la noche del 11 de septiembre con rumbo a Gijón, así como su participación en el despliegue montado en noviembre para interceptar al vapor sueco “Rona”.
Dadas sus peculiares características, pasó a ser empleado en tares de remolque y fondeo de minas, quedando destacado en Vigo como integrante de la flotilla dedicada a la vigilancia de las Rías Bajas. También tomó parte en la extinción del fuego en el mercante apresado “Mar Cantábrico”, en marzo de 1.937. Con el final de la campaña en el Norte, el “Argos” fue desarmado, aunque continuó arrendado por la Armada, siendo destacado seguidamente en el puerto gijonés de El Musel para colaborar en el salvamento de diversos buques hundidos en el mismo. Además de su activa participación en la recuperación del destructor “Císcar”, en febrero y marzo de 1.938, cooperó en el rescate del petrolero “Elcano”, remolcador “Leizarán” y diversas embarcaciones menores.
Sus instalaciones y equipos de salvamento lo convertían en una unidad muy necesaria ante el previsible final de la guerra, con vistas a la ingente labor que supondría desembarazar los puertos mediterráneos de la gran cantidad de buques hundidos en los mismos. Por ello, se decidió la incorporación del “Argos” a la recién creada Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, participando desde entonces en multitud de operaciones de salvamento por puertos de toda la geografía española, en calidad de buque base del equipo independiente de la citada Comisión.
Entretanto, la difícil situación financiera de su propietario motivó que, a partir de agosto de 1.939, comenzase a intentarse su venta, incluido su equipo de salvamento, adquiriéndolo finalmente en enero de 1.941 la empresa coruñesa Armadores de Buques Pesqueros, Sociedad Limitada, al ventajoso precio de 450.000 pesetas, continuando sin alteración su arrendamiento a la Armada.
En 1.943, con la práctica terminación de la labor de la Comisión de Salvamento de Buques tras cuatro años de intensos trabajos, se comenzó a efectuar en el “Argos” una importante reparación general a fin de devolverlo a su armador en perfecto estado de servicio. No obstante, la cuantía económica de la misma y la consideración de las grandes sumas invertidas en los últimos años en el sostenimiento del buque hicieron considerar al Ministerio de Marina su devolución al sector civil, ya que parecía más beneficioso adquirirlo que tener que encargar un nuevo remolcador de tipo equivalente, que además tardaría varios años en construirse. Así pues, como el “Argos”, pese a sus 44 años de vida marinera, se encontraba en buenas condiciones generales y la reparación en marcha permitía garantizar aún un largo período de servicio a pleno rendimiento, se llegó finalmente al acuerdo de su compra, autorizada por Decreto de 30 de marzo de 1.944 y por importe de 1.010.828,77 pesetas.
Tras procederse a la readaptación de sus alojamientos, el nuevo remolcador naval causó alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada el 31 de mayo siguiente, quedando afecto al Arsenal ferrolano. Clasificado como remolcador de altura pese a su exiguo tamaño y potencia, fue rebautizado como “RA-2” - el “RA-1” era el antiguo “Cíclope” -, aunque conservó oficiosamente su anterior nombre de “Argos” durante muchos años.
En febrero de 1.948 pasó a depender del Departamento Marítimo de Cartagena, que ya no abandonaría en el resto de sus días de mar. Seis años después, concretamente el 20 de marzo de 1.954, el “RA-2”, fue rebautizado nuevamente como “RA-3”, tras decidirse la adjudicación de los nombres de “RA-1” y “RA-2” a los dos nuevos remolcadores oceánicos por entonces en construcción por la Factoría de Cartagena de la E.N. “Bazán”. Debemos reseñar también que, durante sus primeros años de servicio con la Armada, el antiguo “Argos” embarcó un cañón de 76,2 mm que, además de resultar totalmente innecesario para sus cometidos habituales, perjudicaba las prestaciones del buque, por lo que fue desmontado poco tiempo después, quedando el remolcador sin armamento alguno.
Por fin, acusando en las cuadernas su vejez, luego de 16 años de servicio y 61 en total de activa vida marítima, el veteranísimo “RA-3” fue dado de baja en la Lista Oficial el 14 de junio de 1.960, procediéndose seguidamente a su desarme, aunque su desguace se demoró todavía por algunos años, ya que al parecer aún podía verse su casco por Cartagena a mediados de los sesenta.
Características.
Desplazamiento: 218 TM en rosca, 280 a plena carga.
Dimensiones: eslora 37,50 m. máx. y 35,25 m. entre p.p.; manga 7,80 m.; puntal 3,85 m.; calados 2,03 m. a proa y 3,28 m. máx. a popa.
Maquinaria: Una máquina alternativa de triple expansión, 2 calderas cilíndricas, un eje, 326 ihp.
Velocidad: 9 nudos.
Autonomía: 1.000 millas a velocidad económica.
Combustible: 45 TM de carbón.
Dotación: 23-27.
Según mis informaciones, durante la Guerra Civil participó incluso en un ataque contra el submarino republicano “C-6”. Figuró en la flota de desembarco cuando las hostilidades de Sidi Ifni, prestó servicios en la Guinea española, y muchos otros que sería largo de mencionar. De su paso por la C.A.T. por el momento no tengo información, pero al menos la fotografía adjunta nos da una idea de cómo era este buque, y gracias a Coello Lillo también podemos conocer sus características principales, espero que más adelante podamos conseguir otros datos sobre este antiguo patrullero de la tabacalera.
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