Como la mayoría de las unidades que sirvieron en el Servicio Especial de Vigilancia Fiscal (antecesor del actual Servicio de Vigilancia Aduanera), al incorporarse a su flota marítima, el patrullero “Gaviota-II” contaba ya muchas singladuras. Quizás demasiadas, pues su vida al servicio del resguardo marítimo de Hacienda no sería muy larga.
Originalmente esta embarcación pertenecía al tipo R.S.L. de la Fuerza Aérea Británica. Las lanchas de la clase 43 FT Range Safety Launch nacen como consecuencia de la petición formulada por la R.A.F. (Royal Air Force) a los astilleros británicos Thornycroft. Se solicitaba una embarcación muy sólida, que pudiera mantener los 20 nudos de velocidad de crucero, incluso con cierto estado de mar. Deberían ser capaces de operar tanto en zonas tropicales, como en las duras condiciones del Ártico.
Además las prescripciones exigían, que dispusieran de un gancho de remolque con una capacidad de tiro de dos toneladas, así como capacidad para transportar hasta 30 pasajeros, sin olvidar una sala de radio, cocina y aseo. Además de todo esto, la embarcación debería de disponer de una autonomía de 200 millas náuticas.
No eran pocos requerimientos para una embarcación de tan escasa eslora, pero los astilleros ingleses gozaban de una gran experiencia en la construcción de este tipo de naves.
Sus misiones serían principalmente, la de velar por la seguridad en las zonas de ejercicio de tiro, y las S.A.R. (Search And Rescue), además de dar remolque en caso de necesidad a hidroaviones y pequeñas embarcaciones.
La primera serie de estas embarcaciones se encargó en 1953, y la segunda en 1955, participando en la construcción distintos astilleros. Los astilleros donde se construyeron fueron: Thornycroft, Dorset Lake, Groves & Gutteridge, Samuel White, Herbert Woods, Morgan Giles, Blackmore & Sons. Y sus numerales de la RAF: De 1640 a 1645 y de 1648 a 1668.
Lo más probable es que la “Gaviota-II” fuese la R.S.L. que luciera originalmente el numeral “1661”, y que llegó a Gibraltar el 29 de Mayo de 1956, sirviendo con la RAF en “la roca” hasta el 3 de Septiembre de 1964, fecha en la que fue vendida. La R.S.L. “1661” fue construida por los astilleros Groves & Gutteridge en el mismo 1956.
Eslora: 43 pies. (13,11 metros).
Manga: 13 pies. (3,965 metros).
Calado: 4,5 pies.
Desplazamiento: 12 Toneladas.
Propulsión: 2 motores Rolls Royce C.6 FLM Supercharged Diesels. Dos hélices.
Velocidad máxima: 20 nudos a 1800 r.p.m.
Autonomía: 200 millas.
Capacidad en tanques de combustible: 200 galones.
Tripulación: 5 hombres.
Tras servir en la R.A.F., y luego de su baja definitiva en la Reales Fuerzas Aéreas Británicas, nuestra R.S.L., sería adquirida por una organización contrabandista, que la bautizó con el nombre de “Papy”. Y como otras embarcaciones contrabandistas de la época, pronto se haría famosa en el tráfico del Estrecho. Aunque no tardaría mucho tiempo en ser apresada por los hombres del S.E.V.F. que se dedicaban a reprimir el importante contrabando marítimo en el sur de la península ibérica.
Como en otras ocasiones, y para ser lo más fiel posible en este relato, acudo a la crónica que de su aprehensión daba el S.E.V.F. en uno de sus Boletines Informativos de 1970.
Teniéndose noticias de que en la madrugada del día 7 de febrero se aproximaría a las costas de Ceuta determinada embarcación contrabandista para alijar un cargamento de tabaco, la Inspección General del Servicio alertó a la tripulación de la motolancha “Sangual” y dispuso que con ella se ejerciera la debida vigilancia para impedirlo.
Estando ya en aguas de aquella costa practicándose el servicio ordenado, a las cuatro horas y treinta minutos del citado día, la pantalla de radar de nuestra lancha acusó un eco que el Comandante de la misma consideró pudiera corresponder al barco esperado. Se viró hacia el lugar donde era de presumir que se hallara y, en efecto, minutos más tarde se encontraba la “Sangual” próxima a una embarcación tipo yate, cuyas características coincidían con las facilitadas por la Inspección General, tenía la que motivaba el servicio. Se hicieron entonces a la embarcación sospechosa las señales reglamentarias de pare, tanto visuales como acústicas, pero no fueron atendidas por su tripulación; antes al contrario, pues a partir de tales momentos pudo observarse que acelerando la marcha emprendía franca huida haciendo sus ocupantes caso omiso a los disparos que, con ánimo de amedrantar y hacerles deponer su actitud, se efectuaban al aire desde la “Sangual”. Forzando ésta sus máquinas se consiguió dar alcance a la lancha perseguida a dos millas al norte de Punta Almina, y, situándose a su costado, saltaron a bordo dos de nuestros marineros que consiguieron reducir a los tres hombres que componían la tripulación.
Una vez examinada la documentación existente a bordo,se comprobó que se trataba de la lancha denominada “Papy”, de bandera panameña, de 43 pies de eslora, 12 de manga, 4,06 de puntal, y 56,35 toneladas de arqueo bruto, que, provista de dos motores de gasolina de 500 HP cada uno, transportaba 165 cajas de cigarrillos rubios. Trasladada al puerto de Algeciras y recontado dicho cargamento, ascendió a 56.370 cajetillas de las marcas “Winston”, “Benson” y “LM”; 20.000 de “Chesterfield” y 5000 de “Kent”, cuyo valor total es de 1.320.737 pesetas.
Embarcación, tripulantes y tabaco que, con el acta correspondiente, pusieron los aprehensores a disposición de las Autoridades competentes.
Es después de su captura, cuando la “Papy” pasa a ser el patrullero “Gaviota-II” del Servicio Especial de Vigilancia Fiscal, prestando servicio en Algeciras, Ceuta y Huelva. Su vida operativa sería muy corta, desconociendo los motivos, pero suponiendo que pudo deberse al desgaste de su sistema propulsor. Tampoco tengo datos si fue el propio SEVF el que procedió a remotorizar la embarcación con dos motores diesel de la marca Barreiros, con una potencia unitaria de 94 HP. Pero tengo datos fiables de que en 1972 la lancha estaba propulsada por estos motores, que tan solo podían impulsarla a una velocidad máxima de 8,5 nudos.
Lo cierto es que en 1972 la embarcación sería adquirida en subasta por un particular que la rebautiza con el nombre de “Imelda”. Tras varias reformas, y un cambio notable en su obra muerta, el antiguo patrullero serviría durante muchos años como yate particular, teniendo su atraque en el Club Náutico del Puerto de Santa María de Cádiz. A esta etapa pertenecen las dos fotografías siguientes.
Mi amigo Carlos “Orca”, la localizó finalmente el año pasado varada en uno de los caños de San Fernando junto al puente Suazo, donde todo parece indicar que acabará sus días esta pequeña y olvidada lancha, con mucha historia en sus cuadernas.
Gracias a mis amigos Christian y Carlos por la importante y desinteresada ayuda que siempre están dispuestos a brindarme. Y como no también a Javier Luque, por colaborar a hacer posible este pequeño artículo.
Estos pequeños relatos también son parte de la historia del Servicio de Vigilancia Aduanera.
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