Las aeronaves de Vigilancia Aduanera a comienzo de 2018.

El primer avión del que dispuso el Servicio de Vigilancia Aduanera, fue un C-212 "Aviocar" de la Serie 200 fabricado por Construcciones Aeronáuticas, S.A., con matrícula EC-DNB recibido el 3 de marzo de 1981. La entrega de la segunda unidad de este mismo modelo matriculada EC-DRO, se llevó a cabo en las instalaciones de C.A.S.A. de Sevilla el 9 de julio de 1982.

A finales de septiembre de 1982 el Servicio de Vigilancia Aduanera incorpora además un bimotor Piper PA-31 “Navajo” de segunda mano con matrícula EC-CEP que sería operado al igual que los demás aviones de la flota, por personal de la compañía GESTAIR. El aparato fue adscrito a este Organismo por acuerdo del Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Economía y Hacienda, procedente al parecer de la Dirección General de Educación Física y Deportes. Pero duraría poco tiempo en la flota de Hacienda porque en 1985 es transferido al Ejército del Aire.

Comienza así la historia de las unidades aéreas al servicio de Hacienda, que tan buen rendimiento ha dado a lo largo de los años.

El EC-LJB cuya matrícula queda oculta por el empenaje de cola. Sus tanques subalares de 1.000 litros le garantizan una mayor autonomía.

Poco tiempo después se irían incorporando el resto de los aviones CASA C212-200 “Aviocar” que sumarían un total de seis unidades. Este robusto avión de transporte de construcción nacional, se adaptó a un trabajo para el que en principio no estaba destinado, el reconocimiento marítimo. No obstante debemos concluir que el “Aviocar” ha cumplido perfectamente con este cometido, siendo vital en numerosas operaciones llevadas a cabo por Vigilancia Aduanera.

Los primeros helicópteros se incorporaron a partir del año 1985, los pequeños y ágiles BO-105 diseñados por la unión de empresas alemana MBB (Messerrschmitt-Bölkow-Blohm).

El 72-21 estacionado en la Base Aérea de Málaga.

LA FLOTA DE AVIONES.

Dado de baja en 1985 el único avión Piper “Navajo” en servicio, la homogénea flota de aeroplanos quedó durante años constituida por seis C212 “Aviocar” de Construcciones Aeronáuticas, S.A. Inicialmente operados por la empresa GESTAIR, en 1996 pasan a manos militares tras un acuerdo entre el Ejército del Aire y el Ministerio de Hacienda. Son entonces incorporados al 371 Escuadrón del Ala 37 de la Base Aérea de Villanubla (Valladolid), desde donde se desplazarán temporalmente a prestar servicio a otras bases de la geografía española según las necesidades operativas. Los aviones son pilotados y mantenidos por personal de EA, volando siempre con ellos funcionarios de Vigilancia Aduanera encargados de las labores operativas propias de la lucha para la represión del contrabando.

El 72-21 muestra su amplia rampa de popa, muy práctica para embarcar cargas y lanzar paracaidistas. 

En 2010 los C212-200 dejan el Ala 37 y vuelven a ser operados por otra empresa privada, una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Airbus Military e INAER, recibiendo una matrícula civil de nuevo. No será por mucho tiempo, ya que cuatro años más tarde volverán a manos militares, esta vez al 721 Escuadrón de EA con sede en la Base Aérea de Alcantarilla (Murcia) como consecuencia de la implantación de la CORA (Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas). Para entonces los “Aviocares” ya suman muchos años de servicio, de tal forma que se decide dar de baja dos ellos, lógicamente aquellos que se encuentran en peor estado. La entrega se efectuó en las instalaciones de la Maestranza Aérea de Madrid (MAESMA). A dicho acto asistió por parte de la AEAT el Subdirector General de Logística, Emilio Martín Bauza, y por parte del Ejército del Aire el jefe de MAESMA, coronel Gerardo López Salvá. Paulatinamente, uno a uno entrarán de nuevo en servicio luciendo ya las escarapelas nacionales del Ejército del Aire, asignados moya se ha mencionado anteriormente a la Base Aérea de Alcantarilla.

El 72-22 en un lluvioso día en la capital de la Costa del Sol.

Los aviones de reconocimiento marítimo son imprescindibles para Vigilancia Aduanera, y los C212-200 ya no dan para mucho más. Ya están en franca retirada del Ejército del Aire, siendo sustituidos por los CN-235 y C-295. Construcciones Aeronáuticas, S.A. integrada en su día en EADS (European Aeronautic Defence and Space), y hoy parte de Airbus Military dejó de fabricar este modelo, ni siquiera su última versión la C212-400, por lo que el mantenimiento de estas aeronaves plantea numerosos problemas. Un “overhaul” sería posible según parece a través de ciertas empresas norteamericanas, pero resultaría bastante costoso por lo que no parece aconsejable.

A día de hoy los C212-200 sufren continuas averías, y es casi imposible encontrar piezas de repuesto pues la mayoría de ellas ya no se fabrican. El personal de mantenimiento del EA de la Base de Alcantarilla hace lo imposible para mantener en servicio estos aparatos, pero esta tarea es cada día más difícil. Por tanto es prioritario buscar un relevo a estas aeronaves.

El 72-22 uno de los dos C212-200 que dispone de tanques bajo las alas.

La imagen superior nos muestra al 72-23 desplegado en Málaga.

A la hora de encontrar un sustituto al C212-200, y además de la lógica dificultad de disponibilidad presupuestaria, existe un problema añadido pues en el marco de la CORA el avión elegido debería ser operado por el Ejército del Aire, y eso limita mucho las opciones. Quizás reducida solo a dos candidatos, el CN-235 que ya no fabrica Airbus, por lo que debería ser de segunda mano, y el C-295. Ambos en sus versiones de reconocimiento marítimo.

El 72-24 es el último de la serie de cuatro C212-200 que opera el EA.

Cualquiera de ellos podría satisfacer las necesidades operativas de Vigilancia Aduanera, obviamente puestos a pedir, se preferiría el C-295, de mejores características y que todavía se fabrica en España. Pero existe otro problema no menos importante, para un organismo que no dispone de muchos recursos económicos cuales son los costes de explotación de las aeronaves. Los servicios habituales de los aviones de Vigilancia Aduanera se desarrollan habitualmente dentro de la Zona Económica Exclusiva, es decir, no más allá de las 200 millas náuticas desde la costa (para operaciones más lejanas se cuenta con la cooperación de los P-3 “Orion” del E.A.). Por lo tanto para trabajar en esa zona, se puede operar con aviones más pequeños, y más económicos de mantener. El Beechcraft King Air 350 que usa la Aduana francesa podría ser un buen candidato. Soluciones existen muchas, pero la CORA en este caso puede suponer un inconveniente.

La Isla de Alborán que da nombre al mar circundante y habitual zona de operaciones de los C212-200 de Vigilancia Aduanera.

Sea como fuere, Vigilancia Aduanera necesita urgentemente nuevos aviones de reconocimiento marítimo a corto plazo. A pesar de los esfuerzos de mantenimiento, los años no se pueden borrar y alguna de estas aeronaves alcanzan ya los treinta años de servicio como se puede ver en el cuadro adjunto. Dicho sea de paso, las fechas de adquisición que figuran en el mismo, no quieren decir fechas de fabricación, ya que algunos procedían de segunda mano.

Un Aviocar sobrevuela el mercante "Moon Light" apresado con un importante cargamento de drogas, operación en la cual los C212 tuvieron un papel destacado.

Es por esto que los “aviocares” en servicio, sufren numerosas carencias de componentes que no se pueden reponer y esto influye finalmente en el rendimiento de la aeronave. De la aviónica, comunicaciones, sensores, navegadores, etc, prefiero no hablar.

Reunión de "gomas" en la zona de Tres Forcas. Algo habitual desgraciadamente, se saben observados no solo por Vigilancia Aduanera sino por otros organismos nacionales y extranjeros. No se esconden, hasta que reciben la orden de cargar mercancía.

Actualmente, en el mejor de los casos solo puede operar un C212-200 quince días al mes en la zona del Estrecho de Gibraltar, desde Gata a Ayamonte, cuando debido a la intensidad del tráfico de mercancías ilegales en esa área sería necesario disponer de aviones todos los días.

El C-295 podría ser un buen candidato para sustituir los viejos C-212.

LA FLOTA DE HELICÓPTEROS.

La situación de la flotilla de helicópteros de Vigilancia Aduanera, no es tan preocupante como la de los aviones, porque si bien tiene unidades que ya necesitan un cambio, sin embargo se dispone de otras realmente muy operativas.

Unos curiosos regulares se acercan al EC-DVL en Ceuta allá por 1986.

Los helicópteros nunca han sido pilotados por personal del Ejército del Aire, tampoco tras la implantación de la CORA, quizás porque el EA no dispone de los modelos que emplea Vigilancia Aduanera. Inicialmente estos eran operados por la empresa GESTAIR, para luego pasar a manos de HELICSA, el operador privado de helicópteros más antiguo de España. Y el personal procedente de esta misma empresa sigue operando los helicópteros, tras pasar a ser INAER, y ahora integrada en la internacional Babcock Mission Critical Servicies  España, MCS desde 2014.

El mismo helicóptero de la fotografía anterior en Málaga el pasado verano.

Los BO-105 han dado un magnífico resultado, sus operaciones culminadas con éxito se cuentan por cientos.

Al contrario de los aviones que nunca tuvieron un accidente grave, la flotilla de helicópteros si tuvo la mala fortuna de perder dos unidades a lo largo de años de servicio, teniendo que lamentar la muerte de dos tripulantes en uno de ellos. Los helicópteros afrontan con frecuencia maniobras de alto riesgo en el acoso de las embarcaciones contrabandistas y en aterrizajes en zona no preparadas como playas.

Todos los helicópteros de Vigilancia Aduanera cuentan con flotadores para amerizar en caso de necesidad. El EC-FFV es el único BO-105 de la variante CBS, que básicamente destaca por tener el fuselaje unos centímetros más largo.

Se necesitaría sustituir los BO-105 que ya acumulan muchos años de servicio. Este tipo de helicóptero ha prestado grandes servicios, destacando entre sus características su gran agilidad y su seguridad al estar propulsado por dos turbinas. Sus puntos negativos son su reducido espacio interior y su limitada autonomía para el reconocimiento marítimo.

El EC-IGM en su base de Almería.

El EC-JDQ impecable y listo para salir de servicio cuando sea requerido.

El EC-KUH fue el último de los helicópteros incorporados.

La punta de lanza de esta flotilla son sus AS-365N-3 “Dauphin 2”, un helicóptero de tamaño medio muy bien adaptado al reconocimiento marítimo y que gracias a la profesionalidad de sus tripulaciones ofrecen un rendimiento difícil de superar. Por otro lado el único BK-117 del que dispone Vigilancia Aduanera ha cumplido ya los 28 años de servicio, que no son pocos, y tras unos trabajos de mantenimiento que han durado más de lo deseado, se espera que vuelva a estar operativo en breve. El “BK” es un aparato muy apreciado por su tripulantes.

Imagen térmica de un patrullero de la clase "Águila" tomada desde un helicóptero de Vigilancia Aduanera.

Una imagen del apreciado "BK".

Como decía al principio de este pequeño artículo, las unidades aéreas de Vigilancia Aduanera son vitales para la represión del contrabando, todas han dado un excelente rendimiento, pero actualmente es evidente que necesitan una puesta al día.

La Bahía de Algeciras, escenario habitual de los helicópteros de Hacienda.

Agradezco a mis amigos F.J.V.R. y F.C.R. que siempre se acuerden de mi a la hora de hacer sus fotografías. Los dos son grandes profesionales y muy buenos fotógrafos, gracias.