Dice el refrán que el que busca encuentra, pero de verdad que no esperaba yo encontrar información en Rusia.
El artículo que a continuación figura es parte del publicado en la revista Morskaya Campania en 2.007 por el conocido especialista en temas náuticos Nicholas W. Mitiuckov “Las Tabaqueras de la Armada Española”, que su autor ha sido tan amable de enviarme. He de mencionar que tuve que adaptar el texto original, pues aunque reconozco que Nicholas sabe más español que yo ruso, era necesario para poder entenderlo con mayor facilidad.
Según Mitiuckov, la primera operación de combate de los “guardacostas-tabaqueros” tiene lugar con motivo del desembarco en Mallorca. En agosto de 1.936 la “I-2” y la “I-6” se utilizan para introducir tropas en las costas. Nicholas duda de que realmente el indicativo de “V-34” se hubiese asignado por la República el 10 de noviembre de 1.938 a la “I-6”, porque según él, cabe la posibilidad de que en realidad fuese la “I-1” la que hubiera llevado el distintivo “V-34”. La “I-6” parece ser que sufrió una gran avería que la mantuvo fuera de servicio en Mahón hasta que los nacionales tomaron Menorca.
Coincide en que el final de la “I-5” fue el 9 de octubre de 1.936 a manos del “Almirante Cervera”, cuando en unión de los guardacostas “Uad-Lucus” y “Uad-Muluya” se encontraban muy próximos a costa hostigando las avanzadillas de las fuerzas nacionales, en un intento de frenar su avance por tierra, y fueron sorprendidos por el crucero nacional.
En este punto resumo la crónica de esta acción tomada del libro “Páginas de Gloria de la Marina Nacional Española” escrito por Francisco Valles en 1.938 maquinista de la Armada embarcado a la sazón en el crucero “Canarias”: “ Una nueva buena no es comunicada al llegar a Cádiz, el “Cervera” que había quedado en Ceuta, sorprendió una comunicación radiotelegráfica entre el Jefe de la Base Naval de Málaga y dos buques rojos, el “Uad-Lucus”, y uno de los exploradores de la tabacalera que había sido artillado como cañonero. Según se desprendía de la conversación, los dos buques se encontraban bombardeando nuestras líneas en las cercanías de Estepona, y su puntería debía ser tan deficiente, que estaban bombardeando las posiciones rojas en vez de las nuestras, por lo cual el Jefe de la Base Naval de Málaga les comunicaba que tenían que centrar el tiro “. Lo cierto es que el “I-5” poco pudo hacer ante la inesperada aparición en la zona del crucero “Almirante Cervera”, no podía entablar combate con tan desigual rival, ni tan siquiera intentar la retirada a Málaga ya que aquellos cruceros con sus 83.000 caballos de potencia, podían dar sin problemas 33 nudos. De esta forma la única opción que le quedaba a la “I-5”, como al “Ud-Lucus” era varar en la costa e intentar salvar las vidas de los tripulantes. La “I-5” debió ser cañoneada repetidamente, para quedar en tal mal estado que los nacionales no pudieron recuperarla.
Continúa Mitiuckov para hablar de la “I-2” y la “I-4” que se encontraban en Málaga cuando los nacionales tomaron la ciudad. Según sus informaciones, fueron hundidas en poco fondo de tal forma que sus estructuras sobresalían en la superficie. Y debió ser así porque coincidimos en que el 17 de Abril de 1.937 ya las dos unidades se encontraban en Cádiz formando parte de la flota nacional. Manifiesta Mitiuckov que es posible que la “I-6” también se encontrara en Málaga cuando la toma de la ciudad, pero creo que de ser así hubiese corrido la misma suerte que sus otros hermanos de serie, so pena que hubiera podido burlar en el último momento el bloqueo de las fuerzas nacionales. Pienso que posiblemente podía haber estado en Málaga en fechas próximas, pero es más razonable que abandonara dicho puerto con cierta antelación a la llegada de las tropas del general Franco.
Según sus informaciones durante 1.937-1.938 la “I-2” y la “I-4” realizaron operaciones de dragados de minas en la zona del Estrecho, y en 1.938 cuando el destructor republicano “José Luís Diez” se internó en Gibraltar las dos tabacaleras le vigilaron de cerca con la misión de avisar a la flota nacional al más mínimo intento de que el destructor rojo quisiera abandonar el amparo de la roca. Como así fue.
Continúa Mitiuckov hablando sobre la “I-2” para mencionar que el 30 de Marzo de 1.938 se encontraba al mando del alférez de navío Luís Araca Eiguren en la zona de Almería operando junto a los dragaminas auxiliares “Castor”, “Pollux” y “María Bella”. De la “I-1” e “I-3” dice que se encontraban en Barcelona desde donde realizaban distintas misiones de guerra, pero que la “I-1” no figuraba oficialmente encuadrada en la flota republicana, al contrario que la “I-3”, la cual si constaba en las listas de la República como patrullero “V-33”. A la caída de Cataluña ambos buques escoltaron la pequeña flota de barcos con refugiados que se dirigió a Marsella.
Mantiene Mitiuckov, que acabada la Guerra Civil Francia devolvería a Tabacalera las “I-1” e “I-3”. De las restantes supervivientes “I-2”, “I-4” e “I-6” manifiesta que según sus informaciones, iban a ser desarmadas a finales de 1.939, pero el 12 de Junio de 1.940, y debido a las circunstancias que generaron la Segunda Guerra Mundial, el Ministerio de Marina decidió seguir contando con los tres patrulleros. Es entonces cuando se les pintas en los costados como al resto de los buques españoles, unas enormes banderas españolas símbolo de la neutralidad de nuestro país con la intención de evitar cualquier confusión con unidades navales de los países beligerantes. El armamento de los tres buques consistía según él en un vetusto cañón Nordenfelt de 57 mm, y una ametralladora de 12,7 mm en montaje cenital. No deseo negar estos extremos, pero en la documentación que poseo, solo me consta que se instalaran los Nordenfelt en la “I-2” e “I-4”; la “I-6” solo muestra en las imágenes de las que dispongo un cañón Oerlikon-Semag de 20 mm, que según mis informaciones le fue instalado por la República a dicha unidad y a alguno más de su clase como la "I-3".
Aunque durante la Segunda Guerra Mundial en un principio estos buques se destinaron a patrullar las aguas jurisdiccionales, parece ser que la ausencia de incidentes hizo que posteriormente el 20 de Octubre de 1.941 las “I-2” e “I-6” se destinaran a la Escuela de Armas Submarinas de Soller (Mallorca). La “I-4” por su parte sería destinada en misiones de patrulla frente a la base naval de Cartagena, hasta que el 8 de Julio de 1.945 terminada la guerra en Europa se reuniría con sus homólogas en la Escuela de Soller.
Tras recibir la Armada buques más especializados, las “tabaqueras” volvieron gradualmente a Tabacalera, S.A., la “I-4” se entregaría el 21 de Marzo de 1.947, y la “I-6” e “I-2” el 20 de Febrero y 10 de Agosto de 1.948 respectivamente. Mantiene Mitiuckov que estos buques sufrieron mucho durante la guerra pues por las circunstancias excepcionales que a nadie se le escapa, navegaron mucho y no dispusieron del mantenimiento deseado. Según él la “I-3” fue dada de baja en 1.956. La “I-2” en 1.957, a la que seguiría poco tiempo después la “I-1”, que fueron compradas posteriormente por un tal B.Aragón, armador que las denominó “Eritaca” y “Aragyn”.
Dice igualmente que la “I-4” se hundió accidentalmente en Ribadeo el 9 de Junio de 1.957, y que luego de reflotarla la adquirió un armador llamado J. Escariber.
Muchas gracias tovarich Nicholas.
Artículo relacionado: Los Buques de la Clase Inspector.
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