El "Alcaraván-III" ha sido uno de los buques más rentables en la lucha para reprimir el tráfico de drogas. Durante sus años destinado en Málaga, llegó a realizar varias actuaciones diarias.
El MSIS disponía de una cámara térmica y de otra de televisión normal o diurna, ubicadas dentro de una torre o “bola”, la cual estaba giro-estabilizada, siendo movida por unos servomotores que recibían la señal para su orientación de una aguja giroscópica situada en el puente de gobierno, permitiendo así el seguimiento de objetivos de manera estable y precisa aunque el patrullero se moviese entre las olas.
El puesto de control del sistema MSIS estaba situado en el puente de gobierno. La foto de la imagen lo muestra, ya muy gastado, montado en el "Alcaraván-IV" en el año 2.005.
En el puente se encontraba el puesto de mando del sistema, consistente en un pequeño pupitre fabricado según requerimientos militares, por lo que era muy sólido y resistente. En el destacaba un mando a modo de “joystick” fijo, con varios pulsadores. Con este mando se podía girar la “bola” en azimut y elevación, además de manejar el “zoom” y el enfoque. Su manejo era sumamente fácil. Frente al pupitre se encontraba un pequeño monitor del tipo TRC, monocromo, que quizás fuera el mayor inconveniente del sistema, pues su tamaño y resolución eran manifiestamente mejorables.
En esta vista desde proa del "Alcaraván-III", se distingue la "bola" del MSIS en su montaje.
En la pequeña sala de radio del patrullero se encontraba la unidad de grabación, en la que se podían almacenar a voluntad las imágenes visionadas a través de las cámaras del equipo.
El MSIS supuso un notable avance en su día en lo que a sistemas de detección se refiere, y el SVA fue pionero en este campo en España, ya que por aquellas fechas, y que alguien me corrija si me equivoco, nuestras Fuerzas Armadas no disponían de equipos infrarrojos en sus medios aeronavales.
El MSIS pertenecía al tipo de sistemas conocidos como FLIR (Forward Looking InfraRed), y suponía una gran ayuda a la hora de discriminar objetivos. El eco que aparecía en la pantalla de radar podía ser ahora visto y analizado visualmente, en la total oscuridad y a millas de distancias, conociendo de esta forma de que tipo de embarcación se trataba. Se podían ver vehículos transitando por las carreteras próximas a la costa, e incluso personas deambulando por las playas.
El FLIR además era un sistema de detección pasivo, es decir discreto, puesto que podía detectar blancos sin ser a su vez detectado por otros equipos, ya que estos sensores no emiten radiación alguna, solo reciben.
La visión de una cámara térmica no es como las normales que captan las emisiones de luz visible al ojo humano, sino que su bolómetro o sensor, es capaz de detectar las distintas emisiones infrarrojas de los diferentes cuerpos y materias. Los FLIR presentan en pantalla las emisiones de calor de su alrededor. Como cada cuerpo suele tener una temperatura distinta, se diferencia de los demás y así podemos ver en pantalla figuras y contornos.
El "Alcaraván-IV" varado en Bonanza (Sanlucar de Barrameda) en Octubre de 2005. Como se puede observar lleva instalado el MSIS.
La torre del MSIS montada en el palo del patrullero "Alcaraván-IV".
La fotografía superior muestra una lancha a alta velocidad en la pantalla del MSIS. Dicha lancha se encontraba alijando droga por la noche en las inmediaciones de la punta de Torrox (Málaga), y al intervenir la embarcación auxiliar del patrullero “Alcaraván-III” tocó accidentalmente con su hélice en una roca próxima a la orilla. Uno de los tripulantes de la lancha contrabandista tuvo tiempo entonces de darse a la fuga con la embarcación, la cual llevaba numerosos fardos de droga en su proa que iban a ser desembarcados. La página siguiente de esta operación la podremos observar en el video que a continuación se expone.
En el vídeo que sirve de ejemplo para ilustrar este artículo, se puede ver como la lancha contrabandista huye rumbo sur a toda velocidad perseguida por el patrullero “HJ-X”. El patrullero “Alcaraván-III” desde donde se toman las imágenes, procede entonces a “cortarle la proa” a la lancha, estorbando su fuga, y consiguiendo que la droga caiga al mar. La embarcación y su tripulante serían posteriormente detenidos, y parte de la droga recuperada. El juzgado admitió como prueba estas secuencias, que se convertirían en las primeras imágenes infrarrojas en visionarse en un juicio en España.
Perdonen la calidad de las imágenes, pero a su mala resolución se suma el escaso tamaño al que obliga su publicación en el blog.
En la imagen anterior se puede ver el montaje del sistema de visión térmica LORROS.
A la par que el MSIS, se adquirió también en aquellas fechas en Israel otro sistema de visión nocturna por infrarrojos, el LORROS (Long Range Reconnaissance and Observation System). El LORROS era por contra un equipo con vocación terrestre, y normalmente solía ser transportado por un camión que además disponía de un sistema de radar, y como es natural, equipos de comunicaciones. El LORROS disponía además de un telémetro láser para calcular las distancias a los blancos, y prestaría grandes servicios operando desde puntos estratégicos de la costa desde donde controlaba zonas calientes para la introducción de mercancías de contrabando.
Del LORROS quiero contar una anécdota graciosa que ocurrió cierto día en una playa de Estepona. Sus operadores seguían las evoluciones de una embarcación desde la que partieron finalmente varias neumáticas, cuando estas procedían a desembarcar en la costa y como era habitual, el personal del SVA se dispuso para darles el alto. Fue una sorpresa para todos, primero para los funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera que se esperaban tropezar con traficantes, y segundo para los militares españoles que desembarcaron en la playa en el curso de un ejercicio, con el mayor sigilo para no ser descubiertos por un enemigo imaginario. Aquellos soldados camuflados y con los rostros tiznados, sufrieron una gran decepción al ser descubiertos nada más pisar tierra, y preguntaban con insistencia desde cuando les habían detectado. Los del SVA, para animarlos un poco les decían que solo les habían detectado justo cuando estaban ya en la playa.
La anécdota anterior sirve para constatar el gran cambio producido con la aparición de los equipos de visión nocturna. Desde siempre moverse en la oscuridad de la noche había sido la mayor garantía para no ser visto, tradicionalmente los contrabandistas elegían por ello las noches “sin luna” para alijar en las costas. Hoy en día con estos sistemas se puede “ver” en ausencia de luz, a grandes distancias.
Aunque para ser justos hemos de manifestar que la noche había dejado de ser un negro manto que todo lo ocultaba, mucho antes. Años atrás de que entraran en servicio los equipos infrarrojos, ya se disponía de visores del tipo intensificador de luz residual. Pero estos sistemas solo permitían ver a cortas distancias, y no se preocupen que pronto les daré el tostón hablando de ellos.
1 comentario:
pronto les daré el tostón hablando de ellos...
Ya está ud. tardando
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